junio 09, 2010

Mi peluche, como yo.

Hay dias buenos, malos y hay dias como el de hoy, que sin ser tan horribles, conservan esa magia negra asquerosa que me arruga la cara y me deja callada un rato. Solo un rato.
La espera innecesaria es detestable, los buhoneros gráficos no son nada más que mi reflejo actual. Comenzar nunca fue fácil. Aunque no se trate de decidir si continuar o no seguir nada, conviene analizar la situación de pisoteo.
La noche de hoy está callada, calladísima, pero me mantiene en contacto con su olor y la temperatura que me llega. El ruido del agua del baño me asfixia, es inevitable escucharla, así como es casi inevitable que pueda cerrarla cuando debo. A mi me gusta mi casa.
Sigo sin entender cómo definir "contacto". Contacto con la naturaleza, contacto con mis sentimientos, contacto con mi ser interior... hay tantos. Me gusta mi cuarto, me permite pensar.
No escucho nada, apagué la música, pero no sé cuál, si la había borrado del itunes. No hay nada en el itunes. Me gusta mi ipod.
Tengo un uglydoll, son 2 en 1; el nombre de mi uglydoll es Bop n' Beep. Y son 2, como yo. Son feos como yo. Uno observa y el otro se burla. Me gusta mi peluche.
Tengo alas, no he aprendido a volar. Me gusta la tinta.